El Salto de la Novia de Navajas, un lugar mágico en el interior de Castellón

El Salto de la Novia de Navajas, un lugar mágico en el interior de Castellón

La localidad de Navajas está ubicada a muy pocos kilómetros de Segorbe. Esta población cuenta con varias fuentes, alguna de ellas con aguas de propiedades minero-medicinales, por lo que resulta ser una muy buena opción para hacer un poco de turismo de interior que nos lleve por alguno de los rincones más bonitos de la provincia de Castellón.

Desde el pueblo, junto a la estatua que escenifica la escena de la leyenda del Salto de la Novia, se accede al paraje que tiene, precisamente, ese nombre. A medida que se nos acercamos al paraje, en el que discurre el río Palancia, nos encontramos con una fuente en la que saciar la sed. Más adelante, se comienza a escuchar el rumor de la Cascada del Brazal, una caída de agua de 30 metros que ofrece una vista espectacular al paraje.

El Salto de la Novia de Navajas es uno de los lugares más espectaculares del interior de la provincia de Castellón

La Cascada del Brazal cae desde una altura de más de 30 metros y lo más interesante es que se puede acceder hasta la base de la misma, para remojarse con gusto gracias al agua que cae. El paraje del Salto de la Novia cuenta además con el río Palancia, que permite bañarse y disfrutar del fresco caudal del río.

La leyenda cuenta que antiguamente las novias debían saltar de una a otra orilla para demostrar su amor hacia su pretendiente. Si lo conseguía, el matrimonio estaba bendecido con una larga vida juntos y con la fertilidad asegurada. Pero si no lo hacía y caía al agua, el compromiso se rompía y no se realizaba el enlace.

Una novia no lo consiguió y cayó al agua, con tan mala fortuna que la corriente se la llevó. Para intentar salvarla, el novio se lanzó al agua y fue también arrastrado por las aguas bravas del río. A consecuencia de esto, ambos murieron y se dejó de practicar este ritual. Hoy, dicen, se puede escuchar los lamentos de ambos novios en las noches de luna llena.

El paraje cuenta con mesas para comer al aire libre y además se organizan conciertos en verano, que dotan al paraje de un aspecto todavía más mágico y especial. Un lugar para disfrutar de la naturaleza, el agua y el frescor que aporta la cascada durante los meses de verano. Desde hace unos años el ayuntamiento cobra una pequeña cantidad simbólica por acceder al entorno del Salto de la Novia de Navajas en la temporada estival, que sirve para mantener en condiciones el tramo del Palancia donde está ubicada la cascada.

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